An SDPD officer makes a stop along Euclid Avenue in Valencia Park. / Photo by Sam Hodgson

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Tiene sentido que las detenciones de tránsito sea con frecuencia el punto focal para denuncias de discriminaciones raciales. La aplicación de la ley sobre algunas normas de tránsito puede ser poco clara y discrecional.

Aquí hay una guía sobre las leyes de detención de transito:

¿Cuándo puede la policía pedirme que me detenga?

La policía puede pedirle que se detenga cuando ellos creen que usted ha hecho algo mal.

Esto quiere decir que pueden identificar que usted ha violado una de las innumerables normas del código vehicular de California, que abarca todo el espectro de contravenciones, desde exceso de velocidad, olvidarse de utilizar la señal de giro, pasar un semáforo en rojo o conducir con una luz trasera rota.

O, la policía recibió datos sobre una persona o vehículo en especial que puede potencialmente, haber estado involucrado en un crimen, lo cual le permite a la policía pedirle que se detenga, aunque usted no haya cometido ningún crimen ante ellos.

Por ejemplo, si la policía tiene la descripción de un sospechoso de un crimen que es alto, joven, blanco, masculino vestido de campera y gorra de béisbol en un determinado barrio, en el caso de usted encajar en el perfil, tienen derecho a pedirle que se detenga.

El termino técnico para esto es que, la policía tiene “duda razonable” que usted está violando la ley. La duda razonable no tiene una definición precisa, pero tiene que ser fundamentada por una serie de hechos y no solo ser la intuición del policía. Un oficial, siendo testigo de usted usando zigzagueando, puede ser motivo suficiente para pedirle que se detenga por violación menor del código vehicular, o para controlar la alcoholemia. Si al oficial no le gusta el color de su auto, esto no cuenta.

¿Cuándo no puede la policía pedirme que me detenga?

La policía no puede pedirle que se detenga si no tienen razones para creer que hizo algo malo. Entonces tiene que efectivamente haber manejado con exceso de velocidad, o la luz trasera debe estar efectivamente rota o efectivamente usted cruzó un semáforo en rojo y en estos casos sí le pueden pedir que se detenga.

La policía tampoco puede pedirle que se detenga basándose en un perfil general de un sospechoso de un crimen. Pedirle a un joven negro manejando un BMW bajo este solo pretexto, es muy vago para ser legal, según “El color de la justicia,” un libro de texto sobre la justicia criminal, la raza y la policía.

La diferencia esencial, según el libro, radica en que la policía tiene que tener razones específicas para pedirle que se detenga frente a generalidades. A mayor detalle que tenga la policía sobre un sospechoso antes de detener a alguien, mayores las posibilidades de que al detener a alguien se ajuste a la descripción y que sea legal. Este es el caso, inclusive si el policía no encuentra al sospechoso correcto.

Estas reglas surgen de la Cuarta Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos. Protege a las personas de pesquisas y de detenciones no razonables de la policía, y estas reglas también aplican para los casos de detención de tránsito.

Esto parece bastante más concreto de lo que pensé. ¿Es así?

No.

“Si usted sigue a alguien por tiempo suficiente,” explica la abogada de tránsito de San Diego, Elizabeth Aronson “va a encontrar que la persona en algún momento viola el código vehicular”.

Esta realidad les da a los oficiales de policía una gran cantidad de discrecionalidad sobre cuándo y a quién deciden pedirle que se detenga, pero la ley no se mantiene estática. Las cortes de apelación toman nuevas decisiones todo el tiempo, definiendo qué tipo de pedidos de detención son legítimos y cuáles no, explica Aronson.

Dependiendo del juez del caso, la situación puede tomar distintos rumbos. Técnicamente, el colocar uno de esos arbolitos para perfumar de su espejo retrovisor, se puede considerar una violación del código vehicular que dice que los conductores no pueden tener nada que bloquee la visión de su parabrisas. Un estudiante negro de ingeniería de 26 años, nos contó que le pidieron que se detenga por esa misma razón.

Aronson nos comenta que en la corte ella ha visto multas por objetos para perfumar colgando del espejito terminar provocando carcajadas, pero también ha visto como en otras ocasiones se les pide a los conductores que paguen la multa.

“Se puede tener el mismo caso frente a dos magistrados y tener dos resultados diferentes,” comenta Aronson.

¿Puede detener la policía a alguien sin una duda razonable?

Si. Un pedido de detención en City Heights en 2010 que salió mal, es un buen ejemplo de cómo las cosas se pueden complicar.

El caso llevó a un arreglo de $450,000 para dos jóvenes residentes negros quienes alegaron que la policía los arrestó injustamente, usando la fuerza en exceso y violando sus derechos constitucionales.

Los oficiales de policía de San Diego, Ariel Savage y Daniel McClain, estaban patrullando a lo largo de University Avenue en City Heights cuando vieron una Pontiac Sunfire 2005 marrón. El barrio, declararon los oficiales en su informe, había sido víctima de muchos robos de automóviles en los últimos tiempos. Los oficiales tienen acceso a una base de datos de una computadora con números de matrículas y matrículas vehiculares, y pueden controlar si las matrículas coinciden con el vehículo al cual está registrado. Savage y McClain controlaron las matrículas del Sunfire. El juez de distrito de los Estados Unidos, Anthony J. Battaglia no objetó a este acto de los oficiales, según consta en el dictamen que emitió sobre el caso en la primavera pasada.

Savage y McClain encontraron que el vehículo con esa matrícula no era un Sunfire, entonces encendieron sus luces y le pidieron al auto que se detenga. En su dictamen Battaglia dijo que, hasta ahí, esto también estaba bien. En ese momento, Savage y McClain creyeron que el Sunfire podría ser robado y tenían dudas razonables para detenerlos.

Pero antes de que los oficiales fueran a hablar con las personas dentro del Sunfire, volvieron a controlar las matrículas y descubrieron que habían cometido un error al ingresar los datos. La matrícula sí coincidía con el Sunfire.

Savage salió del auto para decirles que los oficiales se habían equivocado, pero también pidió la licencia de conducir, registro del automóvil y seguro. Eso, explicó Battaglia, fue inapropiado.

“No tener objetivamente una duda razonable de que una actividad ilegal estaba ocurriendo o había ocurrido, las acciones del oficial Savage al interrogar a los demandantes y pedirle la licencia, el registro vehicular y prueba de seguro, no contaban con duda razonable y se excedían de los límites legales de una detención para investigación, violando los derechos de la Cuarta Enmienda de los demandantes” escribió Battaglia en su decisión.

En otras palabras, una vez que los oficiales no tenían razón para creer que las personas en el automóvil habían hecho algo malo, no los podían detener. Es la misma razón por la cual la policía no pueden detener personas al azar para pedirles sus licencias de conducir.

¿Dónde encaja el prejuicio racial en esto?

Es fácil ver cómo las preguntas sobre una sospecha de duda razonable pueden llevar a prejuicios raciales. No hay un estándar claro para cuando la raza es un elemento válido de descripción más detallada y particular o solo una característica general no combinada con otros suficientes detalles para convertirse en algo legal.

Aronson dice que potenciales clientes se acercan frecuentemente y hablan sobre los prejuicios raciales. Ella primero mira la multa para ver la razón de la misma.

“Si usted manejaba a 60 donde hay que ir a 35, se lo va a detener de cualquier manera,” comenta Aronson.

Ella está más atenta a los reclamos de prejuicio racial cuando ve multas por motivos como el caso del pinito con perfume en el espejo retrovisor, particularmente si nota que los mismos oficiales son los que hacen estas citaciones.

Por las mismas razones, las quejas sobre prejuicio racial, muchas veces surgen de detenciones de tránsito, es difícil probar el prejuicio racial que sucede en las detenciones de tránsito. Típicamente, los oficiales ofrecen una gran cantidad de razones por las cuales pueden detener el vehículo de alguien, aunque conscientemente o no, haya sido la raza un factor principal.

Liam Dillon was formerly a senior reporter and assistant editor for Voice of San Diego. He led VOSD’s investigations and wrote about how regular people...

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