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El 85 por ciento del agua que recibe San Diego depende del Rio Colorado y del Delta del Sacramento, pero pronto no será así.
La ciudad está trabajando en un proyecto multibillonario de purificación de aguas residuales cuyo objetivo es el de llegar a abastecer a un tercio del agua potable de la ciudad en el 2035.
El proyecto de la ciudad se llama Pure Water y en breve va a aumentar las boletas de agua de los residentes de $6 a $ 13 mensuales. Esta información también nos llama la atención sobre las muchas personas en San Diego que no están de acuerdo en tener aguas residuales saliendo de sus llaves, pero el reciclar el agua usada en agua potable no es algo nuevo. Las dos mayores suministradoras de agua de San Diego ya están recibiendo aguas tratadas proveniente de aguas residuales y de granjas.
Antes de llegar a su llave, esta agua es mezclada con otras fuentes y luego purificada, lo que significa que el agua que usted está tomando hoy en día, probablemente estuvo dentro de alguien o algo antes de llegar a usted.
Los científicos dicen que el purificar el agua residual, como lo que pretende hacer San Diego con su proyecto Pure Water, produce agua más limpia que la que usted toma actualmente.
Aquí está como con anterioridad hemos descripto el proceso de purificación:
Apretamos el botón del inodoro, la descarga pasa por los caños y al sistema cloacal, llegando a una planta de tratamiento. Ahí se deja decantar, los sólidos son filtrados y la suciedad va a un basurero. En ese momento, el agua ya está lo suficientemente limpia como para ser usada para riego. Luego el agua se dirige al proceso de filtrado, que es el método actual por el cual el agua residual es purificada en tres pasos.
Primer paso: El agua residual ya tratada pasa por una serie de pequeñas fibras que funcionan como filtros microscópicos, éstas separan las bacterias y virus del agua.
Segundo paso: Osmosis inversa. El agua residual es forzada a través de finas membranas con agujeros tan pequeños que solo pueden pasar las moléculas de agua. Es la misma tecnología utilizada para desalinizar el agua de mar; no deja pasar casi nada.
Tercer paso: Se le agrega peróxido de hidrógeno al agua, el cual luego es eliminada con luz ultravioleta. Esto elimina dos químicos que podrían pasar a través de las membranas y también desinfecta el agua.
Hoy en día, la mayoría de las aguas residuales de San Diego terminan en la mayor planta de tratamiento de aguas residuales que se encuentra en Point Loma, cerca del Cabrillo National Monument. Luego es vertida millas mar adentro del océano Pacifico.
Hace años que la ciudad viene prometiendo construir Pure Water para evitar el gasto de $2 billones que implicaría el actualizar la planta de tratamiento y al mismo tiempo poder ofrecer una fuente de agua a prueba de probables sequias.