
Escuela Media de San Ysidro / Fotografía de Adriana Heldiz
En noviembre del 2013, cuatro alumnas de octavo grado del Willow School en San Ysidro le comentaron a la asistente del director que se sentían incómodas por cómo el docente de ciencias sociales miraba sus piernas, sus traseros y pechos durante las clases.
Una estudiante dijo que en una ocasión estando en clase se agachó para atarse su zapato y al darse vuelta vio como el docente Jimmy Delgado, le miraba fijo su trasero. Una semana más tarde, la misma alumna se encontraba en clase sentada en su pupitre, cuando se dio cuenta que el docente estaba mirando directamente a sus pechos. Ella comentó con sus amigas sobre estos incidentes y una le dijo “si, a él le gusta eso,” otra comentó que a ella también la miraba de manera incómoda.
Una segunda estudiante dijo que una vez, mientras estaba caminando por la clase, Delgado se detuvo para mirarle las piernas y que sus compañeros fueron testigos de esto. Debido a este incidente, cada vez que estaba frente a él se sentía incomoda y el estar en su clase “la asustaba.”
Otra alumna dijo que, en una ocasión, cuando se estaba preparando para salir de la clase de Delgado para ir a almorzar, lo vio mirando el trasero de otra alumna y pensó en lo incómodo de esa mirada y salió rápidamente de la clase para evitarlo.
El distrito dejó con licencia administrativa paga durante un año a Delgado, mientras se investigaban las denuncias de las chicas. La investigación corroboró lo dicho por las alumnas.
No era la primera vez que alumnas habían realizado denuncias por las miradas inapropiadas de Delgado y lo incómodo de la situación, no serían las ultimas ni sería la última vez que el distrito escolar de San Ysidro lo pusiera a Delgado al frente de una clase luego de haber concluido que las denuncias sobre las miradas inapropiadas hacia las alumnas eran verdaderas. Esto fue lo que arrojó la investigación realizada por Voice of San Diego por medio de la solicitud de los registros públicos.
Luego de uno de muchos sondeos sobre la conducta de Delgado, la solución encontrada por los oficiales escolares fue transferir a una de las alumnas que había presentado una de las denuncias y mantener a Delgado en el aula.
Delgado sigue siendo empleado del distrito escolar de San Ysidro dentro del departamento de servicios educativos. El vocero del distrito escolar de San Ysidro, Francisco Mata, dijo que desde septiembre del 2017 no se encuentra al frente de un aula.
El cargo de Delgado en el distrito muestra que la mejor solución que los oficiales escolares pueden encontrar para un docente problemático es el de asignarle nuevas tareas.
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En octubre del 2008 el distrito escolar de San Ysidro recibió denuncias sobre Delgado donde lo acusaban de mirar de manera inapropiada a alumnas del Ocean View Hills School.
Una psicóloga de la escuela revisó las denuncias. Las estudiantes dijeron que Delgado las hacía sentir incómodas en clase debido a la manera en que las miraba. El distrito dijo que investigó el tema y no tiene registro de ninguna nota disciplinaria dada a Delgado con referencia a este tema.
Cinco años más tarde, en septiembre del 2013, Delgado fue reasignado a séptimo y octavo grado de Willow School.
Delgado le escribió una carta a Voice of San Diego donde explicaba que él fue transferido contra su voluntad al Willow School a modo de castigo por informar al FBI que el superintendente del distrito estaba quemando documentos referentes a una orden judicial. (Este superintendente distrital luego fue encarcelado y varios miembros de la comisión renunciaron).

Willow School / Fotografía de Adriana Heldiz
“Me pusieron en la escuela donde habían comenzado estas acusaciones,” comenta él. “Si el distrito se hubiese regido por la ley, no me encontraría en esta frágil situación. La dirigencia distrital anterior tomó represalias en mi contra en cuanto me convertí en un soplón y me trasladaron de manera involuntaria sin el proceso correspondiente.”
Luego de dos meses enseñando en ese lugar, fue que el grupo de cuatro estudiantes de octavo grado se presentaron a denunciarlo por miradas lascivas.
En respuesta a esto, el superintendente interino George Cameron, le emitió a Delgado una nota por conducta poco profesional por mirar de manera inapropiada a las estudiantes, por gritarle a los estudiantes en general y por tratar de manera poco educada tanto a padres como a estudiantes.
La nota especificaba que si esta conducta continuaba podría ser despedido del distrito.
Se lee lo siguiente (la enfatización es propia): “Según la evidencia presentada en múltiples informes de conducta inapropiada de su parte, es claro que tiene conductas altamente inapropiadas en clase y no está ofreciendo un ambiente seguro de aprendizaje. Su conducta inapropiada ha tenido un impacto negativo en su instrucción y en el programa educativo debido a que las alumnas de su clase se sienten incómodas e inseguras en su presencia. En vez de concentrarse en la instrucción, estas estudiantes se enfocan en evitar sus miradas inapropiadas”
La carta del distrito junto con los informes presentados a Voice of San Diego, también destacan un número de quejas con respecto a la conducta de Delgado con fechas que se remontan al 2004.
En el 2004, una estudiante de San Ysidro Middle School informó que no quería estar más en la clase de Delgado luego de que él le pidiera que calificara pruebas para él. En respuesta a esto, el distrito le emitió una nota disciplinaria a Delgado. En una carta al distrito Delgado dijo que le permitió a la alumna asistirlo con tareas porque se daba cuenta que varios alumnos de la clase querían “coquetear” con ella. Pensó que, al involucrarla en sus tareas, aliviaría la situación, consta en el expediente.
Un padre informó que durante el año escolar 2012-2013, Delgado tiró fuertemente del hombro de su hijo que justo tenía una clavícula lastimada. El informe dice que, como resultado del tirón el estudiante estuvo con dolor y miedo de volver a la clase.
A principios del año escolar 2013-2014, un grupo de padres informó que Delgado era verbalmente abusivo con sus alumnos, lo cual creaba un ambiente de aprendizaje hostil, según constan en los expedientes distritales.
El distrito le dio a Delgado licencia administrativa paga mientras revisaba todas las quejas en su contra y luego en el 2014, lo reasignó como docente de los primeros grados de Vista Del Mar Elementary.
Un año después, Delgado solicitó ser transferido a San Ysidro Middle School. La solicitud fue aprobada y Delgado fue asignado a séptimo y octavo grado.
No pasó mucho tiempo antes de que nuevas quejas surgieran.
Entre septiembre del 2015 y enero del 2016 varias estudiantes del San Ysidro Middle School informaron sentirse incómodas por las miradas fijas que les dedicaba a sus cuerpos. Muchos también dijeron que Delgado miraba fijamente el cuerpo de sus amigas.
Tres estudiantes de séptimo grado informaron al director que, durante las clases, Delgado miraba las zonas privadas de sus cuerpos, según consta en los expedientes de la investigación.
Estas estudiantes junto a otras más entrevistadas durante la investigación dijeron que Delgado miraba los pechos de sus amigas, también sus traseros y piernas, se les acercaba y las hacía sentir incomodas, según consta en el expediente.
“En la 4ta. hora (clase del Sr. Delgado) comenzamos a darnos cuenta de que el Sr. Delgado miraba a las chicas… entonces lo pusimos a prueba para ver si era verdad y lo era,” escribió un alumno de octavo grado en enero del 2016.
“Fui a tirar la basura y cuando iba caminando sentí como el Sr. Delgado me miraba las piernas, luego al darme vuelta me miró fijo por 5 segundos y luego retiró su mirada para comenzar a usar su celular,” escribió una alumna de octavo grado en febrero del 2016.
“Cuando estoy sentada al fondo de la clase, el Sr. Delgado me manda a sentarme adelante y mira mi parte delantera y trasera y ayer, que estaba con pantalones cortos, me miraba las piernas. También mira fijamente a mi amiga,” escribió ella en otra declaración.
Otra estudiante escribió que Delgado miraba sus partes privadas y la hacía sentir incómoda y ella observó como en muchas ocasiones él miraba los traseros de otras estudiantes, pero luego retiro su declaración.
Otra estudiante escribió que ella pidió ser cambiada de clase porque Delgado miraba fijamente ciertas partes privadas de su cuerpo.
Cada una de ellas dijeron sentirse incómodas al estar cerca de Delgado, inclusive en su clase. Cada una de ellas dijo tener amigas que también sentían que Delgado era “escalofriante” y las hacía sentir incomodas.

El Sr. Delgado siempre mira mis cosas privadas y nos sentimos incómodas y también cuando nos habla se nos acerca tanto y también mientras nos habla nos mira las cosas privadas
La chica que retiró su declaración lo hizo luego de tener que enfrentar a la directora de la escuela, Rouba Smith, quien dijo que ella había entrevistado a otras estudiantes y éstas no habían identificado ninguna conducta que las hiciera sentirse incómodas, según consta en los expedientes de la investigación.
Luego, la madre de la estudiante contactó a Smith y dijo que su hija solo se había retractado porque se había sentido intimidada, según consta en el expediente. La madre dijo que era consciente de que Delgado tenía acusaciones de conductas similares en otra escuela del distrito y sugirió que fuera despedido de su cargo.
Smith determinó que algunas de las quejas eran motivadas por una alumna que les había dicho a las otras que Delgado las había mirado de manera inapropiada. Más tarde, Rouba cambió a la estudiante de clase sacándola de la de Delgado y decidió que no había causa suficiente para continuar accionando en contra de Delgado ya que la alumna se había retractado, según consta en el expediente.
Varios días después del primer informe, otras dos chicas presentaron quejas en contra de Delgado luego de que escucharan de la otra alumna que ella se sintió forzada a retirar la queja, según consta en el expediente. Estas estudiantes y otras entrevistadas durante la investigación, dijeron que habían notado cómo en clase, Delgado trataba de manera diferente a las chicas de los chicos y que habían visto cómo miraba las partes del cuerpo de las chicas y que se sentían incómodas en las clases de Delgado debido al modo en las que las miraba, según consta en expediente.

Fui a tirar la basura, cuando iba caminando, sentí cuando el Sr. Delgado me miraba las piernas, me di vuelta y me miró fijo por 5 segundos, y yo lo miré y el dejó de mirarme para empezar a usar su teléfono. Y no se quien más sabía que el Sr. Delgado me estaba mirando.
Una alumna llamó la atención sobre la posibilidad de que Delgado estuviera tomando fotos de las alumnas durante la clase, debido a una ocasión en que vio como tenía su celular en alto y apuntando en su dirección. Un investigador luego revisó el celular de Delgado y no encontró fotos de alumnos de séptimo ni octavo grado, pero si encontró fotos de rostros de alumnos de primer grado durante los festejos de fin de año. Delgado dijo que no consideraba esto inapropiado.
El distrito le dio a Delgado licencia administrativa y envió la investigación a ser continuada por una compañía privada llamada The Titan Group. Luego de entrevistar a las estudiantes, testigos y a Delgado, un investigador justificó las denuncias.
Una supervisora de los almuerzos comentó a los investigadores que una vez ella estaba conversando en la zona de almuerzo cuando una estudiante pasó. Ella dijo que Delgado dejó de conversar y se puso a mirar el trasero de la alumna. Ella dijo que él estaba tan distraído que cuando trató de retomar la conversación, le tuvo que preguntar a ella sobre qué estaban hablando.
Delgado escribió en una carta que le envió a VOSD por medio de su abogado “la supervisora del almuerzo es una persona de edad avanzada y creo que su edad le causa conduce [sic]) en momentos de persona mayor… En muchas ocasioneses [sic] los docentes son testigos de estudiantes haciendo cosas inapropiadas y dejan de mirar a las personas con quienes conversan para llamarles la atención. Creo que la supervisora del almuerzo puede haber malinterpretado el momento como resultado de su edad.”
El distrito le envió en septiembre del 2016 una nota de advertencia a Delgado, a pesar de la nota del 2013 donde decía que una ofensa reiterada podía resultar en un despido. La nota define a su conducta como insensible, inapropiada y poco profesional. Le indica a Delgado completar un entrenamiento de prevención del acoso sexual. Se le advirtió no usar su celular durante clase y no mirar fijamente a las alumnas.
Delgado volvió a San Ysidro Middle School y dio clases hasta septiembre del 2017.
Delgado negó ante los investigadores las acusaciones sobre mirar fijamente a las alumnas de manera anormal y dijo que nunca había tocado de manera inapropiada ni había tenido conversaciones inapropiadas con alumnas, según consta en el expediente de la investigación.
Delgado dijo que él cree que las acusaciones del 2015 se basaron en un rumor sobre que él había sido despedido de Willow por ser un “pervertido.” Dijo que sospechaba que parte del problema era que necesita anteojos y que los estudiantes podían haber malinterpretado sus esfuerzos en enfocar la vista al mirarlas, según consta en el expediente.
Delgado admite que a una de las alumnas que lo denunció por miradas inapropiadas, muchas veces él la hizo cambiar de pupitre durante la clase para mantenerla concentrada “porque los varones muchas veces le hablaban y la distraían de sus tareas” según consta en el expediente.
En total, en 20 años de docencia en el distrito escolar de San Ysidro, Delgado fue sancionado dos veces por mirar a las estudiantes de manera inapropiada. También fue sancionado por gritarle a los alumnos, por usar su celular en clase, por mirar Facebook durante la clase y por pedirle a estudiantes que realicen tareas correspondientes a docentes durante horario de clase. En total, los administrativos escolares del distrito de San Ysidro movieron a Delgado entre cuatro escuelas del distrito en seis ocasiones diferentes (al menos una vez, fue a pedido de Delgado).
Delgado le escribió a Voice of San Diego que las conclusiones a las que llegó la investigación realizada por The Titan Group en el 2015-2016, deberían considerarse inconclusas ya que les faltó rigor en la metodología de investigación y se basaron en rumores. Dijo que él ha sido víctima de los chismes y de percepciones erróneas de los estudiantes que fueron afectados por rumores.
“La estudiante escoochó [sic] algo de otra estudiante y se sintió “incomoda” y luego desarrolló una narrativa en mi contra,” escribió. “No considero responsable a las estudiantes por comportarse como de octavo grado, cuando sean mayores se darán cuenta del daño causado y tendrán una perspectiva diferente. Los chismes en mi contra en esta escuela fueron desenfrenados, porque las de octavo grado no pudieron diferenciar el daño a largo plazo que causaron y con el tiempo podrán tener una mirada diferente.”
Voice of San Diego solicitó los expedientes del 2017 de todos los incidentes de empleados del distrito de San Diego con conductas sexuales inapropiadas, incluyendo el distrito escolar de San Ysidro. San Ysidro no brindó los expedientes de Delgado ni de ningún otro empleado, dijo que no tiene expedientes que se ajusten a lo requerido.
Al contactarlos para este artículo, los oficiales del distrito escolar de San Ysidro dijeron que en ese momento no brindaron los expedientes de Delgado porque no categorizaron su caso como “sexual.”